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viernes, 26 de agosto de 2022

"Espolón Ordicuso" (Balneario de Panticosa)

Llegando por carretera al Balneario de Panticosa, cuando pasamos junto a la Planta Embotelladora abandonada y a una gran estructura de hormigón que estaba destinado a ser un gran aparcamiento, vemos enfrente una pared que es la parte final de la "Pared del Ibón". A la izquierda de la misma se adivina un espolón, enmarcado entre dos canales, que sube bastante alto. Pues ahí fijamos un día nuestras miradas y decidimos abrir una vía. Desde el Refugio "Casa de Piedra" también se distingue bastante bien el perfil del espolón.

Plano de la zona

La vía empieza a la derecha del Espolón (zona en sombra)

Podemos dejar el coche allí mismo (hay mucho espacio y no se llena como el resto del Balneario) o subir hasta la zona de aparcamiento habitual. Como la bajada de la vía se realiza por el camino del Garmo Negro, el tiempo que ganemos por un lado lo perderemos por otro... Ya sea a la ida o a la vuelta, para rodear el Ibón, podemos hacerlo por la carretera o por el sendero que bordea este por el otro lado y que sale al asfalto por una pasarela sobre el río.

Suponiendo que partamos de la zona de la Embotelladora, deberemos cruzar el pretil de la carretera justo después de un puente sobre el río Caldares (hito en alto). Seguir los mojones y en unos 20 minutos de aproximación evidente llegaremos al pie de vía. La ruta comienza un poco a la derecha del espolón, al lado de la canal (parabolt con cordino)

Inicio de la aproximación desde el parking de la Embotelladora (saltar el pretil por la izda)

Nos ha salido una vía larga: 450 metros y 11 largos; creo que la más larga de las equipadas en Panticosa. La dificultad media es IV grado, con algunos pasos aislados más difíciles, pero no obligados. El que vaya buscando una pared vertical y mantenida, esta no es su vía. Pero si se quiere disfrutar de una ruta larga, dificultad moderada y en un ambiente alpino, es una buena opción. Está equipada completamente con paraboles y cordinos en pinos. Tiene, además, el aliciente de acabar a unos 5 minutos de los bonitos Ibones de Ordicuso; se puede bajar sin llegar a ellos, pero merece la pena una visita para el que no los conozca.

  • L1: 40 metros. Inicio por un corto diedro de V+, luego un pequeño muro de 6a/+, resto IV.
  • L2: 30 metros. Paso de V/+ al inicio y luego IV.
  • L3: 45 metros. IV+
  • L4: 25 metros. En la segunda chapa, que tiene un cordino, es más fácil atravesando a la derecha. Al final del largo, antes de salir al "jardín", hay un paso con presas invertidas de 6a.
  • L5: 50 metros. V+ (1 paso), el resto IV.
  • L6: 50 metros. IV grado con algún paso de IV+/V
  • L7: 50 metros. IV+
  • L8: 50 metros. IV+. A mitad de largo, en un escalón vertical después de una pequeña repisa, hay un parabolt con un cordino: mejor no subir recto y rodear por la izquierda.
  • L9: 30 metros. IV. En la segunda mitad del largo veremos una repisa herbosa que sale a la derecha; seguir por ella y no continuar recto o a la izquierda.
  • L10: 40 metros. V+ (1 paso al inicio). Se puede hacer reunión en otro árbol unos 10 metros más arriba (a elegir)
  • L11: 40 metros. IV+

En la última reunión podemos desencordarnos y salir trepando unos 20 metros por la cresta (hitos). Enseguida encontraremos el sendero con marcas azules y blancas que va a los Ibones de Ordicuso. Lo más rápido es girar a la derecha y comenzar la bajada (1 hora). Si queremos visitar los Ibones, deberemos seguir el camino en dirección contraria. Una vez en los lagos, no hará falta deshacer lo andado, pues hay otra senda circular señalizada con hitos que nos lleva también de vuelta.

La roca está bien, aunque puede haber alguna piedra suelta en las repisas. También encontraremos liquen en algún tramo, pero no estorba. Las reuniones están bastante protegidas de posibles caídas de piedras.

Llevar unas 15 cintas extensibles y algún cordino para reponer. Las reuniones están equipadas para rapelar, en caso de tener que abandonar. Algún parabolt ha quedado un poco fuera de la línea lógica después de limpiar la roca; se puede prescindir de ellos y está previsto quitarlos. Los escaladores que vayan sueltos en este grado es muy probable que se salten bastantes seguros, pero prefiero dejarlos para el que los necesite.

A mi me parece que ha quedado una actividad atractiva, pero estoy seguro de que habrá algunos "masters" que irán a hacerla y luego la pondrán "a caldo" (si, esos que no han abierto nunca una vía de largos, o si lo han hecho no la ha repetido casi nadie...). Las críticas de algunos "expertos" son un reclamo para muchos escaladores "normalitos" que solo buscan pasar un día agradable.